viernes, 27 de noviembre de 2009

martes, 24 de noviembre de 2009

18 de agosto de 2009

En una charla exclusiva, el especialista en materia medio ambiental Cristian Frers contó a REALPOLITIK cómo será la Argentina del calentamiento global.

“Gran parte de nuestro territorio tendrá inviernos más templados, veranos más sofocantes y una Ciudad Autónoma de Buenos Aires casi, casi tropical”, adelantó el hombre que se desempeña como asesor ambiental del partido Nueva Alternativa Carmeña de la localidad de Carmen de Areco.

A continuación, la entrevista completa.

RP.- ¿Cómo se está enfocando en Argentina el problema del calentamiento global?

El cambio climático es la mayor amenaza ambiental de este siglo, con consecuencias económicas, sociales y ambientales de gran magnitud. Todos sin excepción; los ciudadanos, las empresas, las economías y la naturaleza en todo el mundo están siendo afectadas. Dada la complejidad del problema y su multicausalidad, las acciones tendrán que encararse desde distintos flancos; ninguno de ellos de fácil resolución.

Por otra parte y debido a que el cambio climático constituye un problema de características mundiales, la acción de unos pocos países sin el compromiso real del resto de los países del mundo, especialmente los más poderosos y desarrollados, no conducirán a la solución ni a la minimización del problema.

La Argentina no posee, ni puede tener, por ahora, una planificación a mediano o largo plazo que le otorguen posibilidades de adaptarse a los problemas que ocasionarán los efectos del cambio climático.

Si bien es posible identificar, a grandes rasgos, los fenómenos derivados del cambio climático que están empezando a afectar al país, se ignora cuáles serán las áreas y las poblaciones más damnificadas. De esta manera, resulta imposible prever medidas para evitar o minimizar la influencia del aumento de la temperatura del planeta.

Esto sucede porque no existe en el país un sistema complejo e integral que permita realizar mediciones hidrológicas y climatológicas que permitan obtener los datos necesarios para dar origen a un diagnóstico y poder así diseñar una política estratégica para contrarrestas las consecuencias del cambio climático.

Esta planificación, que debe exigirse desde todos los sectores: económico, político, sociales, ambientales... permitirá tomar acciones que prevean, reduzcan y desaceleren los cambios del clima.

RP.- ¿Cuáles son los peligros de este fenómeno? ¿de qué plazos de tiempo estamos hablando?

Los próximos años serán cruciales. Una pata importante de esa carrera contra el tiempo es el acuerdo al que puedan llegar los países desarrollados y en vías de desarrollo. También es muy importante comprender que con sólo eso no alcanzará, que se necesita mucho más.

RP.- ¿Cómo afectará particularmente a Argentina?

En la República Argentina, con su inmensa variedad de suelos y climas, no se queda afuera de estas proyecciones climáticas. Algunos serán cambios negativos, otros positivos. Inviernos más templados reducirán el abultado gasto en calefacción de los habitantes de la Patagonia, pero el aumento de precipitaciones asociado empeorada allí los problemas de erosión. Algunas regiones poco productivas podrían verse beneficiadas por un incremento de la actividad agropecuaria.

El Litoral y la Pampa Húmeda sufrirán inundaciones más frecuentes, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires soportará mayores precipitaciones y veranos más sofocantes.

Los eventos extremos, como tormentas, sequías, olas de frío o calor, serán más comunes. Otro aspecto importante será el agua. La región de Cuyo podría sufrir sequías importantes al disminuir la cantidad de nieves en las altas cumbres. A su vez, la Capital Federal podría también tener problemas de abastecimiento de agua potable por el aumento del nivel del mar previsto entre 9 y 88 centímetros, que afectará al Río de la Plata. Los vectores de enfermedades, como el dengue y el paludismo, ya han iniciado su migración hacia latitudes templadas.

Así, generalizando, gran parte de nuestro territorio tendrá inviernos más templados, veranos más sofocantes y una Ciudad Autónoma de Buenos Aires casi, casi tropical. Con lluvias breves e intensas, seguramente los pulóveres de lana gruesa y las camperas más abrigadas pasarán definitivamente a cuarteles de invierno.

En promedio, la temperatura aumentó un grado en el territorio argentino durante el último siglo. El promedio de catorce modelos climáticos prevé un incremento de 1,5 grados más para el año 2030 en el norte del país -donde las zonas de calor se harán más severas-, y de 0.7 grados en el extremo sur.

En la desembocadura del Río de la Plata, el mar creció 17 centímetros durante el siglo XX, y se estima que a lo largo del siglo XXI podría subir otros 50 centímetros.

RP.- Las energías alternativas son parte de la solución, ¿en nuestro país nos aprovechamos de ellas?

Las energías alternativas son una parte de la solución, ya que mitigan los impactos en la atmósfera de los gases contaminantes como el dióxido de carbono y el metano, entre otros.

Las fuentes de energía renovable son confiables, inagotables, y se generan a partir de combustibles de libre acceso y gratuitos como el viento, la radiación solar, la biomasa y las corrientes de agua. Aún existen 2 mil millones de personas que no poseen ningún tipo de fuente de energía en todo el mundo, en Argentina esta cifra trepa a casi 2 millones de personas y unas 2 mil escuelas rurales sin suministro eléctrico. Hoy no existen razones para que estas necesidades no sean satisfechas. Las fuentes de energía renovable ofrecen un potencial enorme para solucionar este problema

La Inmigracion Argentina

La Inmigracion. 1880-1914
Uno de los principales factores de cambio que dio lugar a la transicion desde la Argentina tradicional a la moderna fue la inmigracion. Y sin ella no es posible la Argentina contemporanea. No hubo otro periodo en la que la proporcion de extranjeros en edad adulta haya sido tan significativo; por mas de edad de setenta, el 60% de la poblacion de Capital Federal y casi un 30 % en la provincia de Buenos Aires, Cordoba y santa Fe, eran inmigrantes. La europerizacion del pais y la modificacion del caracter nacional, tan anhelados por la generacion del 80, la elite politica del momento, se produjoen una politica del momento, se tradujo en una politica inmigratoria abierta.

Fuente: Secretaria de Medios de comunicacion

La Pobreza en Argentina



POBREZA EN ARGENTINA – ALGUNOS DATOS
750) this.width=750" border=0>En la Argentina, la historia de la pobreza muestra un significativo vuelco en el transcurso de los últimos 15 años. Las "villas miseria", barrios ilegalmente constituidos ubicados en zonas marginales del espacio urbano, carentes de una infraestructura mínima de servicios orientados a atender sus requerimientos básicos, surgen de la crisis del modelo agroexportador en la primera mitad de siglo y el temprano desarrollo de la actividad industrial ya que estos favorecieron a un rápido proceso de urbanización. La crisis que se inicia en los setenta, consolidan los bolsones de pobreza estructural, que en el caso de la Argentina, en relación a la gran mayoría de los países de América Latina, son de extensión limitada. Las transformaciones económicas y sociales que caracterizaron a la década del ochenta tuvieron un notable impacto en las condiciones de vida de la población. La fuerte recesión, se tradujo en un notable deterioro de la capacidad que el sistema productivo tiene de generar empleo. Así se extendió la pobreza. Desde el punto de vista de la metodología adoptada para la medición de uno y otro tipo de pobreza, es importante destacar que el criterio de medición que se basa en la evaluación de la satisfacción de las necesidades básicas (NBI) es adecuado para la captación de los hogares pobres estructurales. Esto responde al fuerte sesgo que este criterio tiene a evaluar, a través de las condiciones de las viviendas, la no-existencia de un stock básico, lo cual resulta de una larga historia de pobreza. Los nuevos pobres son hogares que seguramente cuentan con una vivienda adecuada, acceso a servicios de saneamiento básico, etc., a los cuales pudieron acceder previo al deterioro de sus ingresos. Es precisamente este último aspecto el que los identifica, por lo que el criterio de Línea de Pobreza (LP) es el más adecuado para su captación. Para el análisis de la situación de pobreza en diferentes regiones del país se recurre básicamente a dos fuentes de información: Los censos de población de 1980 y 1991, a través de los cuales es posible evaluar la incidencia y distribución de la pobreza estructural a lo largo de la década del ochenta. Encuestas de hogares, a través de las cuales se pudo relevar los ingresos que las familias perciben. Entre 1980 y 1991 el número de hogares con necesidades básicas insatisfechas muestra una reducción del 4%, en tanto el número total de hogares se incrementó en un 20,5%. De este modo, la incidencia de la pobreza pasa de ser del 18.3% al 14.5%. Esta reducción relativa de la pobreza tuvo lugar en la casi totalidad de las provincias del país, siendo la Capital Federal y Tierra del Fuego los únicos distritos donde se verifica un leve incremento de la misma. Para el caso del Gran Buenos Aires, entre 1980 y 1986 se produce un leve incremento de la pobreza. El proceso inflacionario que se inicia desde 1987, y que tiene su pico en 1989, repercutió en un crecimiento del 100%, representado fundamentalmente por aquellas familias que, si bien tienen sus necesidades básicas satisfechas, el deterioro de sus ingresos las lleva a la situación de no poder cubrir el costo de una canasta básica de bienes y servicios. A partir de 1990 se inicia una progresiva reducción del tamaño de la pobreza, a una velocidad que decrece de año en año, siendo la proporción de hogares bajo la línea de pobreza en 1993 del 19.4%. Por último, y en forma coherente con el deterioro del nivel de los ingresos familiares de los sectores medios y bajos más pobres que se verificó desde 1994, la pobreza muestra un incremento que se extiende hasta el año 1996. Hacia mayo de este año, el 26.5% de los hogares era pobre. La clasificación de los hogares en una escala de ingresos per cápita expresada en términos de valores de líneas de pobreza nos permite comprender la dinámica de este proceso, al mostrarnos cómo se posicionan los hogares en torno al límite de la pobreza. La proporción de hogares con ingresos comprendidos entre 0.75 y 1.25 líneas de pobreza, es decir aquellos cuyos ingresos se ubican en la proximidad de la línea por encima y por debajo, supera al 15% desde 1987. Este grupo adquiere gran significación, pues aumenta la importancia del efecto que puedan tener políticas moderadas de empleo e ingreso en la incidencia de la pobreza y, por otra parte, es el más vulnerable al deterioro de los ingresos captados por parte de las familias. En el período posterior, entre 1990 y 1992, la proporción de los hogares indigentes - aquellos que, aún si utilizaran la totalidad de sus ingresos para la alimentación no lograrían acceder a una canasta básica de alimentos - llega a 12.3% en 1989, reduciéndose luego hacia 1992 valores cercanos al 2%. Por último, en 1993 la proporción de hogares indigentes inicia un aumento, que llega al 3.8% en mayo de 1996. La etapa del ciclo vital en que se encuentran las familias tiene especial incidencia en la probabilidad que éstas tienen de quedar inmersas en el universo de la pobreza. La presencia de niños en la familia tiene el doble efecto de, por un lado, aumentar el número de personas que dependen del ingreso de los adultos, y por otro, disminuir este ingreso, al dificultar a la madre de los niños su participación en la actividad económica. En los hogares con niños la probabilidad de ser pobres aumenta significativamente. En en 1994 en el Gran Buenos Aires la incidencia de la pobreza para el total de los hogares es de 18.4%, entre los hogares con niños menores de 15 años la misma se eleva al 32.9%. Como consecuencia de ello, el 43% de estos niños viven en hogares pobres. En conclusión, los efectos de la pobreza y la desocupación tienen especial impacto en las familias con niños. Fuente: http://www.ubp.edu.ar/todoambiente/agenda_21/pobreza.html

Poblacion

La poblacion de Argentina se distribuye en forma irregular. La mayor densidad se localiza al Este, en llanura chaco- pampeana. El aporte migratorio a fines del siglo XIX y comienzo del siglo XX,actualmente provino de Europa, actualmente es de paises fronterizos. El crecimiento natural es lento en Argentina. El 82 % aproximadamente vive en areas urbanas, el resto en el campo, por que existe muy poca oferta de mano de obra, la maquina reemplazo al hombre.

martes, 10 de noviembre de 2009